Artículo de opinión de Felipe Pavez, socio de Villaseca Abogados, a cargo del Área de Observancia de Derechos y Litigios
08/05/2020
“Chile se mantiene en la Priority Watch List en 2020”. Así comienza el capítulo dedicado a nuestro país en el documento denominado Reporte Especial 301, correspondiente al año 2020, de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), que se acaba de publicar.
Y la verdad es que esto no constituye ninguna sorpresa, ni novedad, para quienes nos relacionamos con el tema de la Propiedad intelectual, ya que tal dudoso reconocimiento se mantiene, invariablemente, desde hace ya 13 largos años. Es como el “Día de la marmota” (“Groundhog day” o “Hechizo del tiempo”, como se conoció en Chile).
Esta Priority Watch List (también conocida como “Lista Negra”) reúne a aquellos países que, de acuerdo con la evaluación que realiza la potencia, incumplen las normas relativas a la Propiedad Intelectual. En Latinoamérica incluye también a Argentina y Venezuela. Los otros integrantes de este cuestionable “top ten” son: Arabia Saudita, Argelia, China, India, Indonesia, Rusia y Ucrania.
Si bien hay un reconocimiento expreso a los esfuerzos desplegados por nuestro país en materia de combate a las falsificaciones, a través del Servicio Nacional de Aduanas (más de 11 millones de productos falsificados incautados, de las más variadas categorías, por un valor superior a los US$ 139 millones de dólares), así como de la eficiente gestión desplegada por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), al parecer, estos avances o mejorías no resultan suficientes como para revertir esta negativa evaluación, ya que las “serias preocupaciones” que manifiesta EEUU, dicen relación con problemas de implementación de larga data con disposiciones en materia de IP desde la suscripción del Acuerdo de Libre Comercio. Fundamentalmente, los reclamos se centran en la falta de implementación de la Protección de la Variedades Vegetales (UPOV 91), en la responsabilidad de los proveedores de los servicios de internet para combatir la piratería on line, y, en materia de patentes, el reiterado tema del linkage y a la debida transparencia en el otorgamiento de licencias obligatorias.
Para evitar que esta situación siga perpetuándose en el tiempo, parece oportuno y pertinente revisar qué es lo que lo que estamos haciendo mal o de manera insuficiente como país, especialmente en aquellas materias en que nos formulan las observaciones, para que, alguna vez, como Phil Connors (el personaje interpretado por Bill Murray, en la comedia de 1993) podamos finalmente pasar al día siguiente y salir de esta poco prestigiosa lista.